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En el marco del Mes Mundial de la Salud, la Dra. Julie Nguyen, médico de atención primaria en el Hospital Houston Methodist, explica cuáles son los cuatro números preventivos de la salud y cómo medirlos.
1. Presión arterial
Es una medida de la fuerza que necesita el corazón para bombear sangre por todo el cuerpo. La presión arterial alta puede afectar negativamente el funcionamiento del corazón y de otros órganos importantes, como el riñón y el cerebro.
La presión arterial se mide con dos cifras:
• La sistólica (la cifra superior), cuando el corazón bombea la sangre.
• Diastólica (la cifra inferior), cuando el corazón descansa entre latido y latido.
Objetivo saludable: menos de 120/80 mmHg
2. Índice de masa corporal (IMC)
Es la medida del peso de una persona, dividido por su altura, al cuadrado. Aunque no es una medida perfecta, el IMC es una herramienta que ayuda al médico a diagnosticar un peso saludable. Cuanto mayor sea el IMC, mayor será el riesgo de padecer cardiopatías, hipertensión, diabetes de tipo 2 y determinados tipos de cáncer.
Objetivo saludable: IMC entre 18,5 y 25.
3. Azúcar en la sangre
Es la medida de la cantidad de glucosa en la sangre tras un ayuno de entre ocho y doce horas. Un nivel elevado de azúcar en sangre, también llamado hiperglucemia, puede dañar con el tiempo los vasos sanguíneos y los nervios que controlan el corazón. También puede provocar diabetes de tipo 2.
Objetivo saludable: por debajo de 100 mg/dL.
4. Colesterol total
Es la medida del colesterol en la sangre (una sustancia grasa que se produce en el hígado y se encuentra en los alimentos). El exceso de colesterol (lípidos), incluidos LDL, HDL y triglicéridos, puede acumularse en las paredes de las arterias y provocar estrechamientos u obstrucciones en los vasos sanguíneos, lo que aumentan el riesgo de sufrir un infarto al miocardio.
Objetivo saludable: menos de 200 mg/dL.
Qué hacer si tus números están arriba
El médico de atención primaria, médico familiar o médico general, debe elaborar un plan personalizado para estar nuevamente dentro de los límites saludables.
Algunos factores de riesgo son genéticos o están fuera del control del paciente, como son los antecedentes familiares, la edad y el sexo. Pero hay muchos otros que sí puede modificar”,
afirma la especialista del Hospital Houston Methodist.
Algunos de ellos, son:
• Aumentar el nivel de actividad física
• Adoptar hábitos alimentarios saludables
• Dejar de fumar
• Limitar el consumo de alcohol
• Aprender a controlar la presión arterial
Por último, trabajar con el médico para conocer y controlar estos números de la salud, reduce drásticamente el riesgo de padecer enfermedades a corto, mediano y largo plazo.
